Video del Black Friday en El Salvador causa sensación en las redes sociales

Hasta ayer (viernes) pude contemplar las impactantes imágenes del Black Friday en La Curacao del Paseo General Escalón. Imágenes que, lejos de darme risa me han hecho reflexionar sobre el comportamiento de la gente y las pocas medidas de seguridad que ofrecen dichos almacenes al momento organizar esta clase de promociones.

El Black Friday es una estrategia de ventas estadounidense que consiste en aplicar significativas rebajas a los productos de muchas tiendas para atraer el mayor número de clientes. En muchos Estados, esto se ha convertido en un fenómeno social, dejando impresionantes ganancias a los dueños de los establecimientos y marcando el inicio del período de las compras para navidad. En esta ocasión, las empresas criollas intentaron hacer lo mismo y este fue el resultado:

El video se compartió rápidamente por las redes sociales, siendo el video sensación hasta el momento y generando cientos de comentarios. Esa misma mañana La Curacao ya había colgado en su Fanpage una carta (mal escrita y editada) donde lamentaba los hechos acontencidos, poniendo a disposición sus números de teléfono y correo electrónico donde recibirían recomendaciones para mejorar la calidad de su atención.

Lejos de discutir sobre el pésimo servicio que ofrecen estas empresas, la desorganización y mala logística, me preocupa es apetito bestial de los consumidores pese a la difícil situación económica que atraviesa el país. Francamente, actitudes como ésta solo las he visto en los estadios de fútbol, cuando la gente borracha arremete en estampida contra los hinchas del equipo rival, o en las noticias de África, donde la gente pelea a muerte por una caja de galletas o por un pedazo de pan.

Cuando se llega a niveles como éstos, donde comprar se vuelve una lucha por sobrevivir, donde la gente se agrede por un televisor, una plancha, una cocina, donde prima la necesidad de abandonar su hogar y hacer largas colas a las afueras de los centros comerciales es cuando uno reflexiona y se dice: "el consumismo es una enfermedad seria y la mayoría de salvadoreños estamos en una fase terminal".

Para la empresa privada este fenómeno representa un éxito rotundo. Se ha creado una necesidad a partir de un juego ajeno, en medio de un país pobre, quebrado y violento, con gente que debe el alquiler de su casa, la colegiatura de sus hijos, pero al momento de adquirir un smartphon o un LCD se les olvida las necesidades básicas de todo ser humano.

De verdad, me encantaría ver estampidas como esa para ayudar en una causa solidaria, o en un acto cultural o un taller educativo. Quizá sería demasiado pedir, pero sería provechoso para la sociedad ver gente preocupada así por el medio ambiente, el deporte, la cultura. Lamentablemente vivimos en un mundo donde lo más importante son las apariencias y "el qué dirán de lo que tengo".

El mensaje ha sido claro: ¡aprovechemos la crisis comprando! El Black Friday ha venido para quedarse, de eso no tengo la menor duda. Situaciones como estas no solo han venido a empeorar nuestra crisis económica, sino también nuestra crisis moral y espiritual.

¿Hasta dónde vamos a llegar con todo esto?