Hoy

Hoy habría sido un buen día para morir. Por alguna extraña fuerza había algo que siempre me alegraba, que me inquietaba y me hacía sentir mejor de lo normal.
Trabajé en la mañana con unos tipos que detesto y puedo decir (aunque me cuesta creerlo) que nos la pasamos bien. En la trade hubo clase de música. La gente sonreía y podría decirse, aunque todavía lo dudo mucho, que hice feliz a la gente que estaba a mi alrededor. Dejé copiar a unos bichos en el examen, ayudé con el periódico mural, cobré un dinero que me debían(eso me hizo feliz), acepté dos tareas atrasadas.
A la salida no me despedí de alguien que sí quería hacerlo de mi. Cruel. Sí. Mezquindad innata. Y confieso que lo disfruté.
En la parada, todavía, les dije "adiós" a unos alumnos. En la trade-bien-trade bebimos café con Erick y hablamos de litaratura, de Roma, de las Galias, del trabajo. Le aconsejé que no debía tomar las cosas a pecho, que tomara su trabajo como un ámbito profesional y ya. Que no se complicara, que se podía enfermar.
En la noche, fuera de la U, fumé un cigarro. Me encontré al Lic. Ulloa y le planteé que quería hacer mi tesis aún si mi CUM fuera superior a 8.5. Me felicitó. Me ofreció ayuda y me propuso hasta un tema para trabajar. Dejamos la plática pendiente.
Telefoneé al inquilino de la casa de San Ramón y le dije que llegaría a cobrar. Recibí un mensajito al cel de "te quiero" de alguien que me quiere. Llegé a mi destino. Me encontré a una vieja amiga que me acompañó una par de calles hasta la casa y le dejé mi bolsón mientras iba rápido una cuadra abajo a cobrar la bendita renta.
En la esquina (justo en la esquina) vi hacia ambos lados de la calle: "Nada por acá" y crucé hasta la línea amarilla. "Nada por alla" y di dos pasos.
Un pick- up pasó por la vía que no le correspondía. Un pick-up (a toda velocidad). Un pick-up iba en sentido contrario justo por donde caminaba y me pegó con el espejo el pellejo. Un pick-up hizo una pirueta fea y siguió así (en zig-zag) lo que faltaba de calle. El Pick-up negro. Y no me fijé.
Hoy, como ya dije, habría sido un buen día para morir. Es decir, buenas acciones, proyectos inconclusos, reconciliaciones, personas que te esperan. Lindo no?
Y miré el pavimento y me imaginé un lindo charco de sangre que crecía más a medida que los curiosos se acercaban a reconocerme. Todo bien artístico. Planificado.
Y me acordé de Vallejo. Ahhh, el eterno Vallejo de los Heraldos Negros.
Este día, sin lugar a dudas, habría sido perfecto para moir.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Recibí un mensajito al cel de "te quiero" de alguien que me quiere.

Eso es lo máximo. Qué bonito post.
Herberth Cea ha dicho que…
A mí me sucedió hace poco, llamé a quien me lo había mandado (habían puesto "te quiero") y era un tipo que se había equivocado de número.

Hay golpes en la vida tan fuertes...

Sólo son esos días raros que a mí me agradan porque son interesantes y lo hacen despertar a uno.
Suerte
René ha dicho que…
ojalá y todos los días de uno fueran como el que describis......pobrecito el arbolito de la montaña con su mensaje equivocado, jalu!!

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