Levitación del cuerpo humano

Levitación es el levantamiento del cuerpo humano en el espacio que puede ir acompañado o no por un movimiento de traslación. Este es un fenómeno excepcional en metapsíquica. Ha sido observada, a menudo, en la hegiografía cristiana que posee sobre este fenómeno una antigua tradición. Es muy probable que la ascención de Cristo así como la asunción de la Virgen María inspirara a ciertos místicos a reproducir este hecho. Tal es el caso de Teresa de Ávila y José de Copertino, nada más para citar unos ejemplos.

Santa Teresa de Ávila, mística y escritora española, experimentaba las mismas sensaciones que tienen muchas personas cuando sueñan que vuelan. Ella misma describió sus levitaciones en el libro de su vida: Tan frecuentes eran mis levitaciones que rogaba a mis hermanas que me sujetaran cuando sentía que se acercaba «un ataque».

San José de Cupertino (1603-63) levitaba con frecuencia y ante testigos. El tipo era un simple campesino originario de Apulia, Italia, y pasó su juventud tratando de llegar al éxtasis religioso por medios como la autoflagelación, el ayuno y los cilicios. Un médico, dos cardenales por lo menos y un Papa (Urbano VIII), entre otros muchos, fueron testigos de las momentáneas ingravideces de José; él las llamaba «mareos». Pasó toda su vida en oración, y la lglesia decidió que las levitaciones debían de ser obra de Dios.

Otro caso es el del jesuita Francisco Suárez, relatado por Jerónimo de Silva, quien siendo un joven monje ingresó al gabinete donde se encontraba el padre Francisco y lo contempló en estado de levitación. Totalmente fuera de sí, Jerónimo se retiró del lugar, rezando tres credos, cuando en eso fue descubierto por el padre Francisco. Jerónimo relata: “Cuando el padre oyó que había entrado yo en el gabinete, me cogió por el brazo, me hizo entrar en la segunda estancia y, juntando las manos y con los ojos llenos de lágrimas, me rogó que no contara nada de lo que había visto, por lo menos mientras él viviera”.

Este tipo de casos hay en abundancia dentro de la Iglesia Católica, sin embargo, en mis lecturas logré dar con otros no tan cristianos que se hicieron famosos con la levitación, tal en el caso de Daniel Dunglas Home, famoso médium quien el vizconde Adare, y el capitán Wynne contemplaron cómo se elevaba en el aire, salía flotando por una ventana de la casa -se encontraban en Londres- y entraba también flotando, por otra, a unos 24 m de altura, según testigos. Daniel D. Home se hizo famoso sobre todo por sus levitaciones, arte que ejercía sobre sí mismo y sobre otros objetos en una ocasión, un piano de cola.

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