Breves consideraciones acerca de Educación
Discurso del Dr. Carlos R. Tobar
Vicepresidente del Congreso Científico latinoamericano de Buenos Aires,
Tomado de "Ateneo de El Salvador"
Año 1, Nº 7
Mayo de 1913
Vicepresidente del Congreso Científico latinoamericano de Buenos Aires,
Tomado de "Ateneo de El Salvador"
Año 1, Nº 7
Mayo de 1913
Educar es tornar apto al individuo, no solo para las restringidas circunstancias del desempeño de una profesión, si no para las diarias, generales, comunes o incesantes necesidades de la vida provada y social (...). Educar... noble labor: tornarse coartífice de Dios, completar la obra de sus palmas, pulir la estatua de barro que amasaron sus dedos. Disponer del hombre para sí propio, para la familiam para la sociedad, para la patria (...). "Don de gentes"... lo que así se denomina a mi juicio no es sino el buen corazón. El buen corazón que adivida la manera de ser agradable, pero son ficción, sin arte, sin estudio. El estudio ha de consistir en formar el buen corazón, no en manifestar que se posee buen corazón. el maestro necesita haber adquirido la bondad, la amabilidad y otras prendas para transmitirlas a los educandos.
No pocos, sin embargo, son los defectos que han sido incuvados en el hogar, por el mal ejemplo de los padres, que al menos, por su descuido. He conocido hijos de grandes hombres que han terminado pensando como criados, por el mismo descuido de ellos. En tal caso, corresponde dobre labor al que ejerce la excelsa ocupación del maestro: desarraigar los vicios adquiridos y reemplazarlos por la simiente de bien(...).
Sucede, sin embargo, en ciudades de hispanoamérica que ocupan habitaciones comunes, promiscuas, niños, hombres, mujeres, parientes, extraños; (...) apretadas agrupaciones de gentes de distintos sexos y edades. ¿Qué debe resultar del íntimo roce de los desheredados y sin consejo, en un barrio de miseria, faltos en absoluto de la menor sombra de higiene moral y material?, ¿qué ha de resultar de ese caldo de cultivo de bacterias humanas?, ¿qué sino muerte e infección para las sociedades?
No pocos, sin embargo, son los defectos que han sido incuvados en el hogar, por el mal ejemplo de los padres, que al menos, por su descuido. He conocido hijos de grandes hombres que han terminado pensando como criados, por el mismo descuido de ellos. En tal caso, corresponde dobre labor al que ejerce la excelsa ocupación del maestro: desarraigar los vicios adquiridos y reemplazarlos por la simiente de bien(...).
Sucede, sin embargo, en ciudades de hispanoamérica que ocupan habitaciones comunes, promiscuas, niños, hombres, mujeres, parientes, extraños; (...) apretadas agrupaciones de gentes de distintos sexos y edades. ¿Qué debe resultar del íntimo roce de los desheredados y sin consejo, en un barrio de miseria, faltos en absoluto de la menor sombra de higiene moral y material?, ¿qué ha de resultar de ese caldo de cultivo de bacterias humanas?, ¿qué sino muerte e infección para las sociedades?
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