Cómo pagar el pasaje cuando la tarifa sube a $0.35 ctvs.
1. Situarse en una parada muy concurrida.
2. Sonría mientras sube las gradecillas del autobús, salude al motorista y nunca, pero NUNCA se le ocurra preguntar: ¿Cuánto es?, ¿Treinticinco vale? o hacer algún reclamo antes, durante o después de cancelar la tarifa, pues correrá el riesgo de recibir una respuesta desfavorable para su economía familiar.
3. Haga todo lo posible por pagar en monedas de cinco o de centavo, ya que es poco probable que el conductor se detenga a contarlas una por una mientras haya una fila de pasajeros impacientes (más en época de lluvia)tras de usted.
4. En caso de no cargar monedas, a excepción de la "cora", sonría más de lo habitual (no olvide jamás sonreír y saludar), y entregue la moneda. El motorista seguramente le dirá: "Me debe diez" o "Treinticinco cuesta". Ante esta dificultad, finja buscarse una moneda en ambos bolsillos y diga al chofer: "En un momento se la entrego" y escondase en lo más profundo del autobús, donde el espejo retrovisor no logre identificarlo entre los demás pasajeros.
Es muy probable que no le cobren, pues el conductor seguirá cobrando el pasaje a los que seguían después de usted. Relajase y distraiga sus pensamientos en algo agradable, simpático, gracioso.
Al llegar a su destino, revise de nuevo sus bolsillos y repita la operación cuantas veces sea necesaria, mientras los buseros se cansen de recibir esquelas o se regulan los precios del combustibles en el país.
2. Sonría mientras sube las gradecillas del autobús, salude al motorista y nunca, pero NUNCA se le ocurra preguntar: ¿Cuánto es?, ¿Treinticinco vale? o hacer algún reclamo antes, durante o después de cancelar la tarifa, pues correrá el riesgo de recibir una respuesta desfavorable para su economía familiar.
3. Haga todo lo posible por pagar en monedas de cinco o de centavo, ya que es poco probable que el conductor se detenga a contarlas una por una mientras haya una fila de pasajeros impacientes (más en época de lluvia)tras de usted.
4. En caso de no cargar monedas, a excepción de la "cora", sonría más de lo habitual (no olvide jamás sonreír y saludar), y entregue la moneda. El motorista seguramente le dirá: "Me debe diez" o "Treinticinco cuesta". Ante esta dificultad, finja buscarse una moneda en ambos bolsillos y diga al chofer: "En un momento se la entrego" y escondase en lo más profundo del autobús, donde el espejo retrovisor no logre identificarlo entre los demás pasajeros.
Es muy probable que no le cobren, pues el conductor seguirá cobrando el pasaje a los que seguían después de usted. Relajase y distraiga sus pensamientos en algo agradable, simpático, gracioso.
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