La religión en la serie Game of Thrones
Dentro
del mundo de intrigas y de poder que nos muestra la reconocida serie de HBO Game of Thrones, (y de la multipremiada saga Canción de hielo y fuego) existe
también otro de estrategia militar, magia, y por supuesto, una gama
de religiones de las que el autor G.R.R. Martin
debió inspirarse en devociones contemporáneas o antiguas, y que forman parte de
la vida de los habitantes de Westeros y demás continentes de la saga.
La
religión ha jugado un papel fundamental en la evolución de la humanidad. Desde
las primeras comunidades hasta las más grandes civilizaciones, todas, sin
excepción, han poseído un panteón que respondía a sus principales circunstancias,
intereses y necesidades. Así vemos, por ejemplo, la veneración del caballo en
pueblos como los Hunos, nómadas de la región euroasiática que nos remite inmediatamente a los Dothraki por su chamanismo y estilo de vida. Aunque no hay evidencias de una
religión inspirada en un “gran semental” como se muestra en los libros, no se
puede negar su devoción al caballo como medio de transporte,
guerra, y en algunos casos, hasta de subsistencia.
También
encontramos, no sin otros ingredientes de magia que hacen de esta religión
todavía más extraordinaria, a los creyentes del Señor de la Luz: la única
religión monoteísta de la serie, que encuentran en el fuego a su antiguo dios
de Ashaai Es imposible no evitar relacionarlo al Zoroastrismo milenario que
actualmente se profesa mayoritariamente en Irán, y que consideran el fuego como
símbolo divino. Los zoroastristas normalmente
rezan frente a una forma de fuego o una fuente de luz. Aunque rechazan la predestinación y no existen sacrificios humanos como sucede en la serie, el
elemento del fuego y el misticismo de esta antigua fe hacen imposible no pensar
que fuera tomada como inspiración por George Martin.
Templo del fuego a Zoroastro
En
cuanto a la religión animista, es decir, aquella en la que se venera a los
bosques, ríos y manantiales, se sabe que los Celtas en la Europa prerrománica poseían cultos especialmente
relacionados a la naturaleza bajo distintos nombres, y que contaban con árboles
y plantas sagradas donde realizaban diferentes ritos, como el roble y el muérdago. ¿Se nos hace familiar? Los
Antiguos Dioses eran venerados por los Primeros Hombres antes de la llegada de
los Ándalos, teniendo a los elementos del bosque, especialmente a los arcianos,
como sagrados.
Con la llegada
de los Ándalos a Westeros, se impone una nueva religión de características
politeístas conocida como la Fe de los Siete, que cuenta con un libro sagrado y
una jerarquía bien organizada de religiosos denominados septones que sirven a
los señores feudales de todos los reinos, muy similar a la Iglesia Católica en
el medioevo. Sin embargo, creen en un
solo dios con siete aspectos, algo parecido a la Santísima Trinidad. Como el
Papa, la Fe cuenta con un Septón Supremo, quien vive en la santa sede conocida
como Gran Septo de Baelor. Como respuesta a esta institución corrompida,
surgieron los Gorriones, liderados por el Gorrión Supremo. El mismo Martin
reveló en una entrevista que se
inspiró en la Reforma Protestante del siglo XVI para la creación de estos
personajes.
Estado de la Ciudad del Vaticano
También
existen otros cultos más primitivos, como el del Dios Ahogado, similar a la
devoción a Poseidón en algunas islas griegas del mar Egeo, y el Señor de Muchos
Rostros, un extraño culto donde sus principales adeptos adoran al único dios
verdadero: la muerte.
Sea cual fuere
el sistema de creencias, sin lugar a dudas organizan comportamientos y
prácticas según sus ritos y valores, algunos tan extremos que nos hacen recordar
atrocidades históricas como el asesinato de Hipatia de Alejandría, la Matanza
de San Bartolomé, las Guerras Santas, o como Al Qaeda e ISIS en tiempos
actuales.
La religión juega un papel importante en el desarrollo y organización de nuestra sociedad. No dudo que en esta serie traerá sorpresas que desembocarán en hechos aún más trascendentales, y que nos horrorizará o alegrará en nombre de alguna religión.
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