Aparecen muertos estudiantes de la Uruguay que habían sido secuestrados
Cuando me doy cuenta de situaciones como esta no puedo evitar tener un sentimiento de impotencia. A estos muchachos los conocía indirectamente. Supe de su secuestro el mismo día a través de mi madre, y no pude sentir otra cosa mas que indignación. De solo imaginarme que podrían ser mis hijos los que, al salir de la escuela, los secuentren y los ultimen hace que me hierva la sangre. No soy una persona violenta, al menos, trato de no serlo. No tengo expedientes delictivos ni historiales de pleitos, pero el ver esta noticia hace que se despierte en mí un instinto que quizá en muchos de nosotros permanezca dormido, escondido, olvidado: el instinto de supervivencia. Me dentengo y miro los rostros de estos niños de 14 y 15 años, y no logro ver maldad en ellos. Me dicen por aquí que conocen a su madre, una mujer de avanzada edad que vende chuco en las cercanías de la Plaza Metrópolis y que cayó desmallada luego de que los pandilleros le arrebataran a los dos jovencitos de la mano y los obliga...