Eunice
Llegaste con las primeras lluvias de marzo acompañada de los primeros cantos de las cigarras Era miércoles, y nada era más importante porque llegaste tú ese mismo día dando tu carita al sol y a la mañana. Ese día el viento soplaba fuerte y la tierra olía a resequedad recién mojada Una montaña fue testigo de la primera luz de tus ojos de tu primer llanto de tu primer sonrisa Y todos nos sentimos felices como cuando uno mira al mar o mira que una rosa se abre en plena madrugada. Ese día pensé en hacerte una casa y te hice una con las bisagras de mi corazón y mi conciencia una casita con hojas de sauce bordada de pan pintada de aceite...