Post retador en el Juego IRON BLOGGER de Blogotepeque Llegué a un pequeño pueblo llamado “Papaya”, al otro lado del río, en busca de sabores exquisitos para mis bebidas contra la migraña, las agruras y el mal de mayo. Desde hace unos años me dedico a investigar las virtudes de los frutos tropicales, y en el lugar llamado “Papaya” (que no se precisa en los registros geográficos actuales) descubrí que no solamente poseen propiedades curativas, sino afrodisíacas , haciendo del consumo de la papaya una dieta reglamentaria, para hombres, mujeres, niños, ancianos, y animales domésticos y de granja. Las condiciones de este lugarcillo son harto peligrosas, y siempre algún animal raro (chupacabras, tropícaros, guándalos, o mareroshijueputas) termina por devorarse a tres o cuatro habitantes por año, amenazando su densidad poblacional y capacidad de subsistencia como aldea semiprimitiva. Haciendo uso de conocimientos heredados por monjes benedictinos , inicié un proceso de fabricación de licor c...