Terremoto en El Salvador en el 2011
En menos de dos meses tres sismos han sacudido ciudades como Haití, Japón y ahora Chile.
Pareciera ser que el planeta estuviera sufriendo una epidemia de terremotos. Los tres países tienen un factor común: los tres limitan peligrosamente sobre enormes placas tectónicas: Japón limita con las placas del Pacífico y Euroasia. Haití está entre la placa del Caribe y la enorme placa de Norteamérica y Chile se encuentra en el borde de las placas de Nazca y Sudamérica.
Pareciera ser que el planeta estuviera sufriendo una epidemia de terremotos. Los tres países tienen un factor común: los tres limitan peligrosamente sobre enormes placas tectónicas: Japón limita con las placas del Pacífico y Euroasia. Haití está entre la placa del Caribe y la enorme placa de Norteamérica y Chile se encuentra en el borde de las placas de Nazca y Sudamérica.
Las razones y diferencias entre los desastres ocurridos en Haití y Japón son más que obvias: la isla caribeña era uno de los países menos preparados para enfrentar un evento de este tipo: pobreza, alta densidad poblacional e infraestructura obsoleta. Todo lo contrario de Japón que goza de la mejor arquitectura antisísmica del mundo y una buena formación ciudadana al respecto.
Sonará profético, pero esperaría para mi país un sismo el 2011 ya que según estudios, El Salvador sufre un terremoto cada 10 años y al igual que Haití y Chile, es limítrofe entre dos placas similares: la de Cocos y la del Caribe.
La pregunta es ¿estaremos preparados para enfrentar una catástrofe de tal magnitud?
Por el momento se están haciendo esfuerzos considerables por educar a la población en la Prevención de Riesgos de Desastres. Algunas alcaldías han firmado acuerdos de capacitación y cooperación en esta área. Eso está bien, pero no será suficiente. Todo salvadoreño debe saber cómo actuar y qué medidas tomar ante un evento adverso. Debemos estar conscientes, en menos de un año, de los efectos psicológicos y materiales que eso acarreará y cómo prevenir pérdidas de vidas humanas. El Salvador debería firmar acuerdos de cooperación con Japón y demás países que poseen una mayor experiencia en este tema, así como lanzar campañas educativas en el Canal Nacional, radios y centros de salud y educativos privados.
Mil ochosientos edificaciones se vinieron abajo en 2001. Debe dársele un seguimiento a las viviendas dañadas, y el Estado debe supervisar dónde y cómo se edifican las viviendas. En El Salvador somos tantos que a las compañías constructoras les importa poco construir Residenciales a la orilla de una quebrada, o en las faldas del volcán. ¿Las viviendas están bien construidas? Los edificios que se están levantando son antisísmicos?
Mil ochosientos edificaciones se vinieron abajo en 2001. Debe dársele un seguimiento a las viviendas dañadas, y el Estado debe supervisar dónde y cómo se edifican las viviendas. En El Salvador somos tantos que a las compañías constructoras les importa poco construir Residenciales a la orilla de una quebrada, o en las faldas del volcán. ¿Las viviendas están bien construidas? Los edificios que se están levantando son antisísmicos?
Prácticamente tenemos una carrera contra el tiempo. Esta década, sin temor a equivocarme, quedará marcada por otro sismo parecido al que vivimos en 2001 o en 1986. En todos nosotros (educadores, políticos, medios de comunicación, blogueros, etc) está prepararnos mucho mejor y evitar los errores que hemos cometido tantas veces en el pasado.
Dios no quiera enviarnos un terremoto el próximo año. De por sí ya estamos bastante jodidos como para que una catástrofe de este tipo venga a arruinarnos más. Un evento adverso de este tipo no puede predecirse, pero sí se pueden tomar medidas adecuadas para saber cómo mitigarlo, enfrentarlo y minorizar los daños humanos y materiales que éste pueda ocasionar.
En nosotros está evitar los errores que cometimos en el pasado. Afortunadamente todavía estamos a tiempo para hacer algo.
Acá otra nota relacionada:La necesidad de Gestionar el Resgo a Desastres en El Salvador
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Comentarios
René Figueroa.
Muchas cosas en verdad.
Mi intensión no es alarmar, sino reflexionar sobre todo esto, porque si no es en 2011, será en 2012 o 2015. Relativamente muy cerca.
En cuanto a la magnitud, dependerá de donde se origine.
Esperemos que no sea en San Salvador ya que las placas de esa zona han estado "calmadas" por mas de 20 años y leí en el reporte del SNET que el terremoto del 86 había sido de VIII-IX grados y destruyo gran parte de la capital.
Las zonas de alto riesgo, SIEMPRE serán de alto riesgo, dado que las personas de escasos recursos siempre construyen en lugares así dada su situación económica, y por mas planes de prevención que hagan la gente no se mueve de sus casas ya que es lo único que tienen.
Pero aquí en el país hay buenas edificaciones no se porque siempre hay gente que menosprecia las cosas solo por el simple hecho de que están en El Salvador, para el terremoto del 2001, mi casa no sufrió daños en su estructura y pues toda esta área tampoco.
La mayor desgracia fue la de las colinas que eso pues nadie lo veía venir, y pues tenia que pasar alguna vez para saber a que atenernos aunque si lamentamos profundamente todas las vidas que se perdieron ese día :(
y la verdad para este tipo de desastres NUNCA nadie esta preparado; ni siquiera Chile y Japón que a pesar de ser países con altos niveles de desarrollo, siempre tienen perdidas humanas y materiales.
Aquí solo nos queda confiar en Dios y esperar a que suceda, para levantarnos como siempre lo hemos hecho.