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Son doce horas de camino para llegar a la isla de Flores aproximadamente. Era nada más un bus con 54 personas. El hotel dende nos instalamos era barato, muy barato, demasiado barato como para que entrara un tipo a la una de la mañana a disparar tiros con una 32mm. (Creo que era de ese calibre porque se escuchaba bastante fuertecito y las balas salían com mucho a-plomo.)
En fin, la noche fue larga para algunos. Yo en cambio me dormí como a los 30 minutos cuando no escuché más bulla que de la policía. Es necesario que revele un dato: no nos quedamos en Flores, sino es Santa Elena, antes de cruzar el puente para la isla.
A la mañana siguiente, a las 8:00 partimos hacia Tikal. Flores es una isla hermosa, con un pequeño malecón, calles adoquinadas y muchos bares, hoteles, restoranes y hasta tiene un parque, a pesar de ser una pequeña porción de tierra en medio del agua.
He aquí algunas fotos:
De Izquierda a derecha:
Ricardo, Sigfredo Ulloa, Luis Presentación, Walter, Ayax, y ese de ahi abajo es Suárez.
Creo que son los Templos II y III
De regreso pasamos por Río Dulce, y nos embarcamos (nos enlanchamos, perdón) al Castillo de San Felipe, una antigua fortificación española construida para contrarestar ataques piratas y otras muchas más alimañas que trajeron consigo.
Podría seguir hablando de Tikal, de Río Dulce, de Flores, de Santa Elena, pero antes, un consejo: Si van a Guate nunca, nunca de los nuncas se queden en el Hotel Alfonse de Santa Elena. Los podrían despertar a media noche con unos madrazos en sus puertas y con unos cuantos tiros al aire que para qué les narro. También no lleven a ningún hondureño, en Santa Elena odian a los catrachos, dicen que les dan nada más 24 horas para que abandonen "el pueblo" jajajajaj, ni que fuera el lejano oeste.
Bueno, es genial viajar, pero lo mío es la literatura, estoy trabajando en una crónica de eso. Perdón por las ausencias. Voy a reponerme los demás sábados que vienen.
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Feliz dìa