Lo siento, hoy sí reventé

Uff, esta semana ha estado de perros: el trabajo, el estudio, la cantada, la escribida y la paternidad me han dejado sin fuerzas, pero todavía tengo las suficientes para postear en mi querido blog.

Y ya estoy hasta la madre con esa Nora Méndez. Qué vieja para caer mal. Sí, esa, la pendeja de las puertas del pobre diablo. Qué señora, a sus años con esas cosas. Y de paso me insulta. Me llama hipócrita. Y a mi prima, sí, copiarle de su blog. Mi prima podrá ser todo, Juana, Claudia, Lupe, Fresa, pero con cuidadito, es mi primita, sí. Por favor, si no nos metemos en su vida POR FAVOR, tenga a delicadeza de no meter las narices en donde no le llaman. Y no se ensañe ni vea cosas en donde no son. A no ser que le gusten tanto los frijoles que ya se crea uno.

La gente de La Casa del Escritor es gente que ama el arte, buenísima onda y muy sincera.

De veras. Tampoco esconda la mano después de tirar la piedra. Con todo respeto porque al menos yo ya estoy harto de sus inmadureces. (por no decir otra palabra)